EE.UU. envió refuerzos al Golfo Pérsico.
El portaaviones USS EISENHOWER arribó a la zona del Golfo Pérsico, acompañado por el crucero misilístico USS ANZIO, con el objetivo de dar apoyo a las tropas en Iraq y participar de las Operaciones de Seguridad Marítima de la 5ta Flota.
La US Navy informó que, desde el 11 de diciembre de 2006, navegan por las aguas del Golfo Árabe el portaaviones USS Eisenhower y el crucero misilístico USS Anzio, ambos para dar apoyo a las tropas que intervienen en la "Operación Libertad Iraquí" (Operation Iraqi Freedom) y participar en las Operaciones de Seguridad Marítima (OSM). El objetivo principal de las OSM, según esta misma fuente, es prevenir que las organizaciones terroristas internacionales utilicen las vías navegables del Golfo Árabe para el tránsito ilegal de personas, armas y otras mercancías. En estas misiones, el USS Eisenhower transporta parte del CVW-7 (Carrier Air Wing 7) dotado, en esta oportunidad, por varios escuadrones de combate integrados por los aviones F/A-18C/D Hornet con capacidad de combate Aire-Aire y Aire-Superficie, aviones F/A-18E/F Super Hornet con un rol "multi-misión", aviones EA-6B Prowler para guerra electrónica y helicópteros SH-60F Seahawk y HH-60H Seahawk para misiones anti-submarinos y rescate. Estos Sistemas se suman a otros que ya operaban en la región, como los destructores misilísticos USS Ramage, USS Donald Cook y USS Mason; los buques anfibios de asalto USS Bataan, USS Saipan y USS Boxer; los portaaviones USS Roosevelt y USS Reagan; y el submarino de ataque rápido USS Newport News. Durante el 2006, también navegaron por estas aguas el destructor FS Cassard y el portaaviones FS Charles De Gaulle, ambos pertenecientes a la Marine Nationale Francaise, en el marco de las OSM, de las que Francia tiene participación. Así mismo, otros países que durante ese mismo año acompañaron a la US Navy en la región fueron Australia y el Reino Unido, cuyas participaciones se materializaron con el envío de la fragata HMAS Ballarat de la Royal Australian Navy y del buque de asalto anfibio HMS Bulwark de la Royal Navy.
Con la llegada del USS Eisenhower y del USS Anzio a la región del Golfo Pérsico, los EE.UU. buscan renovar las energías de sus Fuerzas Armadas en Iraq y demuestran a sus amigos y enemigos que, luego de cuatro años de combates, más de 60.000 civiles muertos en Iraq, más de 3.000 soldados estadounidenses muertos (cifra superior a la registrada por los ataques del 11-S) y el cambio de régimen de gobierno, la Operación para la Liberación de Iraq aún no ha concluido.
En un escenario regional plagado de incertidumbre, con "vecinos" temerosos de lo que pueda suceder y una super-potencia cada día mas solitaria, existe una certeza: la superioridad tecnológica no garantiza el triunfo a un ejército si su enemigo, aún en inferioridad de condiciones, lucha en defensa de lo que considera que es su verdadera libertad y la soberanía de su territorio. Sin dudas, varios países están tomando nota de las enseñanzas que está dejando la Operación Libertad Iraquí, obteniendo así consideraciones que conducirán a replantear políticas de defensa y a reorganizar prioridades en esta área.
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Créditos fotográficos USNavy.
